ERNEST HAECKEL.
Ernest Haeckel en 1866, fue quien inicialmente defendió la extraña idea de los vestigios; y que durante los primeros meses del desarrollo embrionario, cada uno de nosotros pasa por estados de desarrollo inicial, en los que presentamos branquias, como las de los peces, y cola, como la de las lagartijas. Él le llamó a esto, la ley de la recapitulación o la ley biogenética. El dijo: “Esta Teoría es indispensable para completar en forma consistente, la historia no milagrosa de la creación.” Ernst Haeckel, The History of Creation (La Historia de la Creación), 1876, Vol. 1, p. 348.
A Mediados del siglo XX, muchos científicos de reconocida reputación, demostraron que la teoría de Haeckel no tenía base científica alguna y que era ridícula. Pero a pesar de ello, aún seguimos en espera de que los libros de texto y las revistas populares, se den por enterados y la eliminen de sus páginas.
“Rara vez, una afirmación como la de la teoría de la recapitulación de Haeckel, tan simplista en su presentación, considerada plausible entonces, y tan ampliamente aceptada sin haber sido sometida a un examen crítico, ha sido tan nociva para la ciencia.” Gavin De Beer, A Century of Darwin (Un siglo de Darwin), 1958.
Esta teoría desde su inicio, se vio involucrada en la promulgación de un fraude cuidadosamente elaborado. Darwin, en 1859, insinuó el concepto de la recapitulación en su libro El Origen de Las Especies, de tal manera que su fiel y devoto discípulo Thomas H. Huxley, incluyó en un libro que publicó en 1863, unos dibujos alterados de embriones de perros y humanos (groseramente modificados para que lucieran semejantes, cuando que en la realidad son francamente diferentes). Darwin, los aprovechó y sin corregirlos, los incluyó en su libro “La Descendencia del Hombre,” publicado en 1871. Fue así que en Alemania, Ernst Haeckel, aprovechando la sugerencia de Darwin, elaboró y publicó su llamada “Ley de la Biogenética,” y publicó (como un intento por darle fundamento a su “ley”), sus propias ilustraciones fraudulentas tanto en su publicación de dos volúmenes llamada La Historia De La Creación (1868), como en su traducción al inglés, publicada en 1876; y en otro libro posterior publicado en 1874.
Estas ilustraciones fraudulentas, han sido fielmente reproducidas por los evolucionistas desde entonces. Una de las últimas reproducciones de las que tenemos noticias, está incluida en Illustrated Origin (El origen Ilustrado), publicado por Richard Leakey en 1971.
Aprovechando sus habilidades para el dibujo, Haeckel cuidadosamente modificó el aspecto real de los embriones, con el fin de que parecieran semejantes. Con tal propósito, cambió la forma y tamaño de las cabezas, ojos, troncos, etc., y en sus esquemas del esqueleto de los simios y el humano, cambió la estatura, y le dio al esqueleto del simio, una posición erguida. En otra ocasión, simplemente reprodujo tres veces la misma imagen, con un encabezado diferente: “Perro,” “Pollo,” y “Tortuga;” y aún en otra ocasión, hizo lo mismo copiando tres veces la misma imagen de un huevo o cigoto (óvulo fertilizado), y simplemente le cambió de título: “Perro,” “Chango,” y “Humano.”
Tiempo después, Haeckel fue acusado repetidamente de fraudulento. En 1874, en una publicación (Unsere Korperform), Wilhelm His, Sr. (1831-1904), un embriólogo alemán, expuso en detalle sus fraudes, y concluyó que Haeckel era un deshonesto. Esto lo desacreditó y lo despojó de su posición de científico e investigador confiable.
Cabe mencionar que Wilhelm His, fue el erudito que preparó el libro sobre desarrollo embrionario, que ha servido de base para toda la embriología humana moderna, y sin embargo, ni el fraude de Haeckel, ni tan autorizada denuncia, han sido divulgadas con la debida amplitud en las publicaciones científicas en inglés, y menos en las publicaciones populares.
“La ley de la biogenética ha llegado a estar tan profundamente arraigada en el pensamiento biológico, que no ha podido ser eliminada a pesar de que sus errores han sido denunciados repetidamente por numerosos eruditos.” Walter J. Bock, Science, Mayo de 1969 (Departamento de Ciencias Biológicas de la Universidad de Columbia).
En 1915, las ilustraciones fraudulentas de Haeckel fueron más evidentemente expuestas como la estafa que en realidad son: “En Jena, la universidad donde enseñó, Haeckel fue acusado de fraude por 5 maestros, y condenado por un tribunal universitario.” Sus engaños también fueron ampliamente denunciados en Fraudes y Falsificaciones de Haeckel, un libro escrito en 1915, por J. Assmuth y Ernest J. Hull. Ahí, ellos citan las declaraciones de diecinueve autoridades contemporáneas. F. Keibel, profesor de anatomía de la Universidad de Freiburg, comentó que obviamente, Haeckel en muchas ocasiones, inventó embriones, o reprodujo las ilustraciones dadas por otros, con formas substancialmente modificadas. L. Rutimeyer, profesor de zoología y anatomía comparativa, de la Universidad de Basle, llamó a sus distorsionados dibujos, un pecado en contra de la veracidad científica, que afectó profundamente ante el público, la credibilidad del erudito.” James Perloff, Tornado in a Junkyard (Tornado en un Depósito de Chatarra), p. 112.
Es interesante mencionar que en 1997, el Dr. Michael Richardson, un embriólogo de la Escuela de Medicina de St. George, en Londres, reunió un equipo de científicos que fotografiaron los embriones en desarrollo de 39 diferentes especies. En 1997, en una entrevista para el London Times Richardson dijo esto sobre Haeckel: “Este es uno de los peores casos de fraude científico. Es perturbador descubrir que alguien que pensamos era un gran científico, haya deliberadamente usado el engaño. Me causa enojo… Lo que hizo (Haeckel) fue tomar un embrión humano y copiarlo, pretendiendo demostrar que en la misma etapa de desarrollo, tanto la salamandra como el cerdo, y otros, se veían igual, lo cual no es verdad… son falsificaciones.” Michael Richardson, citado en “An Embrionic Liar” (“Un mentiroso del Embrión”), The London Times del 11 de Agosto de 1997, p. 14.
Tanto Thomas Huxley en Inglaterra, como Ernst Haeckel en Alemania, fueron los principales defensores de Darwin, en el siglo XIX. Haeckel, de 62 años, simultáneamente, realizaba sus apasionadas conferencias públicas sobre la Recapitulación, utilizando sus ilustraciones fraudulentas, preparadas deliberadamente para sus presentaciones, ilustraciones que posteriormente incluyó en su material y sus libros. Cada vez que Haeckel rentaba un local para dar sus conferencias, tapizaba la pared frontal con ilustraciones de esqueletos de simios y humanos, y de embriones comparados, que prácticamente en todas las ocasiones, habían sido modificados de alguna manera, con el fin de que mostraran similitudes.
A pesar de tan amplia denuncia, la falsa “ley de la biogenética” de Haeckel, y sus dibujos fraudulentos, siguen incluyéndose en los libros de texto hasta nuestros días. Desesperados por presentar algún tipo de evidencia a favor de su tan consentida teoría, los evolucionistas prefieren seguir fieles a su paladín deshonesto.
LA LEY DE HAECKEL.
A pesar de que Haeckel la llamó una “ley,” los científicos actuales, usan términos menos favorables para referirse a ella: “(Es una teoría) que a pesar de las denuncias, sigue estando presente y afectando los rincones y hendiduras de la zoología.” *G.R. De Beer y W.S. Swinton, en T.S. Wastell (ed.). Studies In Fossil Vertebrates (Estudios en Vertebrados Fósiles).
“Como ley, este concepto ha sido puesto en duda, y sujeto a cuidoso escrutinio, y ha sido encontrado deficiente. Hay demasiadas excepciones a tal regla.” A.F. Huettner, Fundamentals of Comparative Embryoloy of the Vertebrates (Fundamentos de la Embriología Comparativa de los Vertebrados), p. 48.
En tiempos recientes, se ha desarrollado un instrumento llamado Fetoscopio, el cual, al ser insertado en el interior de la matriz, permite la visualización y fotografía de cada uno de los estadios del desarrollo normal del embrión humano. Como consecuencia de una investigación así, ahora se sabe lo perfecto, inequívocamente humano, y enteramente intencional (con un propósito definido), que es cada etapa del desarrollo fetal. Ahí jamás hay procesos ni estructuras innecesarias (“vestigiales”).
DIFERENCIAS EN EL DESARROLLO.
La Llamada “ley” de Haeckel, enseña que todos los embriones no sólo tienen apariencia similar, sino que han de desarrollarse inicialmente de la misma manera, demostrando así su común ascendencia. Pero el verdadero desarrollo embrionario de las diversas especies, revela que hay múltiples diferencias en su desarrollo.
Las diferencias llegan a ser tantas, que refutan completamente la teoría de la “Recapitulación” de Haeckel. Por ejemplo ¿Cómo explicaría Haeckel el desarrollo de los cangrejos? Unos de ellos salen a partir de una forma larvaria (las zoeas), que son totalmente diferentes a las formas adultas; mientras que otros desde que nacen, son cangrejos completos, pero en miniatura. Hay muchas otras rarezas similares que podrían ser citadas.
Los embriólogos reconocidos, como Huettner, dicen que la idea entera de la recapitulación, es una total insensatez. Los procesos, ritmos, y orden del desarrollo, en las diversas especies, varían extraordinariamente. Huettner, por ejemplo, explica que en realidad (aparte de la mórula), nunca hay una etapa de verdadera blástula, o gástrula en los mamíferos; además, que los órganos no se desarrollan en el mismo orden con el que aparecen en especies más pequeñas. En los peces más primitivos, se desarrollan dientes, pero no lengua; en cambio en los embriones de los mamíferos, la lengua se desarrolla antes que los dientes. Huttner asegura que hay otros múltiples ejemplos similares.
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