VEINTE MÉTODOS DE FECHADO. PARTE 2


Hemos expuesto los supuestos básicos en los que se fundamentan los expertos en el radio fechado. Ahora examinemos los principales métodos usados para fechar.

He aquí los primeros veinte:

(1) Fechado por uranio-plomo.
(2) Fechado por torio-plomo.
(3) Fechado por plomo 210.
(4) Fechado por helio.
(5) Fechado por rubidio-estroncio.
(6) Fechado por potasio-argón.
(7) Fechado por potasio-calcio.
(8) El fechado de acuerdo al estrato y los fósiles representativos.
(9) Fechado con radiocarbono (carbono-14).
(10) Fechado de acuerdo al grado de descomposición de los aminoácidos.
(11) Fechado por el grado de racemización (tendencia natural de la materia orgánica muerta, a igualar con el tiempo, sus proporciones de aminoácidos dextrógiros y levógiros).
Finalmente, echaremos un breve vistazo global a varios otros supuestos “métodos de fechar” los cuales, aunque ya se acepta que no dan resultados muy exactos, todavía se utilizan con el fin de asignarle largas edades a la tierra:
(12) El fechado astronómico.
(13) El fechado por paleo magnetismo.
(14) Fechado por Estrías (Varve).
(15) Fechado por los anillos en los árboles.
(16) Fechado por los estratos de bosques sepultados.
(17) Fechado por turba (de musgos).
(18) Fechado por arrecifes.
(19) Fechado por termo luminiscencia.
(20) Fechado por estalactitas.

Consideremos, cada uno de estos 20 métodos:

FECHADO POR URANIO-PLOMO. 

Debido a las similitudes en los métodos y los problemas que hay con el fechado por uranio y torio, nos referiremos con frecuencia a los dos, bajo el tema del uranio. Aquí se incluyen los tres tipos principales de fechado por uranio/torio: (1) El Uranio 238, que se desintegra hasta convertirse en plomo 206, y que tiene una vida media de 4.5 billones de años. (2) El Uranio 235, que se desintegra hasta convertirse en plomo 207, y tiene una vida media de 0.7 billones de años. (3) El Torio 232, que se desintegra hasta convertirse en plomo 208, y tiene una vida media de 14.1 billones de años. Estos tres, generalmente se encuentran mezclados, y cada uno se desintegra en varias sustancias hijas (tales como el radio), antes de llegar al plomo.

CINCO INEXACTITUDES DEL FECHADO POR URANIO/TORIO. 

Estas son algunas de las razones por las que no podemos confiar en el fechado radioactivo con uranio y torio:

(1) El plomo pudo estar mezclado con el uranio y el torio, desde el principio. Esto no sólo es posible sino muy probable. No es más que una suposición afirmar que el plomo actualmente integrado o adyacente al Uranio y Torio, es necesariamente, un producto final de su desintegración. Además, el plomo común (plomo 204), que no tiene un progenitor radioactivo, fácilmente se pudo haber mezclado en la muestra, afectando seriamente, el resultado del fechado.

Adolph Knopf se refirió a este importante problema (Scientific Monthly, November 1957), y Faul, otra reconocida autoridad en este campo, también lo reconoció (Henry Faul, Nuclear Geología, 1954, p. 297). Cuando una muestra con uranio se prueba con el propósito de fecharla, se supone que todo el plomo presente es descendiente del uranio (o sea, el producto final de su desintegración), ya que es sumamente tardado examinar meticulosamente cada muestra, con el fin de descartar que haya además, plomo común (Pb 204). Pero ¡es precisamente, la proporción que existe entre el uranio y el plomo que de este procede (pues el que no procede del uranio altera el resultado), la que se usa para determinar la fecha de la muestra! El mismo problema se aplica a las muestras con torio.

(2) La filtración es otro problema. Es posible que parte del uranio y sus sustancias hijas, se hubieran filtrado hacie el interior, o escapado hacia el exterior, antes de que se les hiciera el análisis. Esto afectaría drásticamente el fechado de la muestra. Mencionaremos que aún el plomo, puede ser extraído de la muestra, espontáneamente, en presencia de soluciones ácidas débiles.

(3) Puede haber resultados inexactos en las proporciones de plomo detectadas, debido a la presencia de diferentes tipos de plomo en la muestra. Con el fin de mejorar la exactitud del fechado, se han hecho correlaciones tomando en cuenta los diversos tipos de plomo (plomo 206, 207, etc.); pero aún así, pueden ocurrir y de hecho ocurren graves errores. Aquí hemos mencionado asombrosas evidencias de lo extraordinariamente poco confiable que son las técnicas del radio-fechado. Hay rocas a las que aunque se sabe que tienen menos de 300 años de edad, el radio fechado les ha asignado ¡entre 50 millones y 14.5 billones de años de antigüedad! ¡Este es un error de 14 billones de años! Y aún así, se siguen usando las técnicas de radio-fechado, simplemente porque apoyan la idea de una tierra que ha existido durante largas eras de tiempo. Pero ¡hasta un chimpancé, tecleando números al azar en una máquina de escribir, podría proporcionar resultados como esos! Varias muestras fechadas en un mismo depósito de uranio de la mina Colorado Caribú, dieron resultados diferentes, y con variaciones de hasta 700 millones de años, entre una y otra.

(4) Un cuarto problema es el ocasionado por la captura de neutrones. Melvin Cooke sugiere que el isótopo radiogénico, plomo 207 (que se creía que era exclusivamente formado durante la desintegración de uranio 235) pudo, en realidad y a partir del plomo 206, simplemente haberse formado después de capturar neutrones libres provenientes de otra roca vecina con actividad radiactiva. De la misma manera, el plomo 208 (que teóricamente sólo puede formarse tras la desintegración radiactiva del torio 232) pudo haberse formado a partir del plomo 207, también tras la captura de neutrones libres. Cooke estudio esta posibilidad con extensas investigaciones, acumulando una considerable cantidad de información que indica que en vez de ser el producto de la desintegración del uranio y el torio, ¡prácticamente todo el plomo radiogénico presente en la corteza terrestre, pudo haber sido producido de esta manera! ¡Este argumento, por sí sólo, invalida totalmente los métodos de fechado por uranio y torio!

(5) Un quinto problema tiene que ver con el origen de las rocas que contienen estos minerales radioactivos. Según la teoría evolucionista, toda la tierra estaba inicialmente derretida. Pero, si eso fuera cierto, las rocas derretidas causarían una extraordinaria variación en los ritmos de los relojes contenidos en los materiales radiactivos. Por ejemplo: “¿Porqué las edades determinadas por radio fechado en los yacimientos de lava, depositados con sólo unas cuántas semanas de diferencia, difieren una de la otra en millones de años?” (Glen R. Morton, Electromagnetics and the Appearance of Age). Un hecho bien conocido para los investigadores nucleares, es que el calor intenso daña los patrones del reloj usado para el radio fechado; y sin embargo, al público se le presentan rocas fechadas con largos periodos de tiempo, siendo que la teoría evolucionista sobre el origen de esas rocas, haría que tales fechas fueran totalmente inválidas.

2. FECHADO POR TORIO Y PLOMO.

 La mayoría de los defectos discutidos arriba, con el fechado del uranio y plomo, se aplican igualmente al fechado con torio y plomo. Las vidas medias del uranio 238, 235, y el torio 232, se conocen bien, y sin embargo, ¡las fechas obtenidas al usar torio, siempre difieren ampliamente, con las encontradas al usar Uranio! Y nadie puede señalar una sola razón específica para ello. Probablemente tengamos aquí una aglomeración de varios factores de contaminación mayor. Lo malo es que todos estos factores de contaminación, están más allá de nuestra capacidad para identificarlos y por lo tanto, de evaluarlos. Para empeorar la situación, estos factores contaminantes que son comunes a ambos, ¡pueden causar alteraciones diferentes en el torio y en el uranio! (Henry Faul, Nuclear Geology, p. 295). “Las edades calculadas por los dos métodos de uranio-plomo, a menudo difieren entre sí, y la edad calculada por el torio-plomo en el mismo mineral, es casi siempre drásticamente más baja que cualquiera de las dos.” (*L. T. Aldrich, “Measurement of Radioactive Ages of Rocks,” in Science, May 18, 1956, p. 872).

3 y 4. FECHADO POR PLOMO 210 Y HELIO. 

Se deben de mencionar otros dos métodos de fechar muestras con uranio y torio. Primero, está el fechado con uranio-plomo 210. Aquí, se usa al plomo 210 para fechar la edad del uranio. El segundo, es el método uranio-helio, en el cual el helio, otro producto de la desintegración del uranio, es usado con el mismo propósito. Pero el método de plomo 210 esta sujeto a los mismos problemas de formación y filtrado que se mencionaron antes, y el problema del escape del helio es tan notoriamente evidente, que el método debe considerarse inadecuado para propósitos de fechado. Muy rara vez se encuentran uranio y torio en las rocas que contienen fósiles, por lo que recientemente, se le ha puesto atención al fechado por rubidio y a otros dos tipos de fechado, con potasio, los cuales son isótopos radioactivos de metales alcalinos, y se encuentran en las rocas fósiles.

Consideremos estos dos:

5. EL FECHADO POR RUBIDIO-ESTRONCIO. 

El rubidio 87 se desintegra gradualmente hasta convertirse en estroncio 87. En cuanto al rubidio, aparte de los problemas ocasionados por la filtración y otros factores de contaminación, los expertos aún no han podido ponerse de acuerdo en cuanto a cuál es la duración de la vida media del rubidio, lo que lo hace inservible para los propósitos de fechado. Esto se debe a que los resultados varían ampliamente. Abrams compiló una lista de las vidas medias del rubidio propuestas por varios investigadores especializados. La vida media calculada por estos expertos, ¡variaba entre 48 y 120 billones de años! Una diferencia de hasta 72 billones de años, un tiempo tan inconcebiblemente largo, que hace que el fechado con Rb-Sr, sea inválido.

El estroncio: Sólo una pequeña cantidad del estroncio resulta de la desintegración del rubidio; además, la mayor parte del estroncio presente en una muestra, puede ser no radiogénico, o sea, que no es producto del proceso de desintegración del rubidio. Por otro lado, se sabe que el estroncio 87 es fácilmente filtrado de un mineral a otro, causando así, resultados altamente contaminados en las pruebas con este método de Fechado. En el granito proveniente de las Black Hills, usando el método de estroncio/rubidio, se reportaron fechas con variaciones desde 1.16 hasta 2.55 billones de años.

6. EL FECHADO POR POTASIO-ARGON. 

El potasio radioactivo se desintegra hasta gas argón y calcio. Grandes esperanzas fueron puestas en este método, pues ¡el potasio abunda ampliamente en los estratos que contienen fósiles! Pero grande fue su desaliento cuando se descubrió que:

(1) Debido a las variaciones tan grandes en las mediciones, no se podían poner de acuerdo en cuanto a cuál era la vida media del potasio radiactivo.

(2) Que el raro gas argón, rápidamente sale de los minerales y se escapa hacia otras rocas y la atmósfera (G. W. Wetherill, “Radioactivity of Potassium and Geologic Time, “Science, September 20, 1957, p. 545). Así, dado que es un gas, el argón 40 puede fácilmente migrar hacia dentro o fuera de las rocas con potasio (*J. F. Evernden, et. al., K. A. Dates and the Cenozoic Mammaliam Chronology of North America.” American Journal of Science, February 1964, p. 154). Pero no sólo el gas argón es inestable, sino que también el mismo potasio, puede fácilmente filtrarse y salir de las rocas. Rancitelli y Fisher encontraron que hasta el 60 % del potasio, se puede extraer de un meteorito de hierro, en 4.5 horas, con solo usar agua destilada (Planetary Science Abstracts, 48th Annual Meeting of the American Geophysical Union, 1967, p. 167), y el agua de lluvia es agua destilada. Así durante los aguaceros profusos, una cantidad considerable de agua de lluvia aceptablemente pura, puede filtrarse hasta las rocas profundas, y cuando esto sucede, tal agua de lluvia puede transferir el potasio, de un lugar a otro. Otro problema es que el fechado por potasio-argón ¡debe ser calculado por los mismos métodos del fechado con uranio-plomo! Esto incrementa el problema, porque ya hemos visto que el fechado por uranio es, en sí, ¡no confiable en extremo! Por lo que esto se parece a un ciego guiando a otro ciego. En vista de tal información, es aparentemente increíble pero cierto, que el fechado con K/A (potasio-argón) sea actualmente, un método de fechado clave para el desarrollo y verificado de teorías evolucionistas avanzadas.

La longevidad aplicada a la nueva y prominente teoría sobre “la dispersión del fondo marino” esta basada enteramente en fechas calculadas por potasio-argón, en basaltos (lava) tomados del fondo del océano. Es frecuente encontrar artículos sobre proyectos de investigación donde se usó el fechado por potasio-argón. Las rocas volcánicas sumergidas en el mar y producidas por corrientes de lava que en los años 1800 y 1801, llegaron hasta las costas de Hawai, cerca de Hualalai, fueron fechadas usando potasio-argón, y aunque se sabe perfectamente que la lava que formó esas rocas, tiene menos de 200 años, el fechado con potasio-argón les asignó edades enormes: ¡desde 1.60 millones hasta 2.96 billones de años! (Ver Science, October 11, 1968; Journal of Geophysical Research, July 15, 1968).
Así, dado que el potasio se encuentra en la mayoría de rocas ígneas (como la lava), y en algunas rocas sedimentarias (las que contienen fósiles), a pesar de su notoria inexactitud, el fechado con potasio-argón sigue siendo el método mas común de fechado radioactivo de los estratos de roca que contienen fósiles. Pero sépase que sólo se reportan y conservan aquellas fechas que concuerdan con las teorías de fechado asignadas a los estratos de la columna geológica en el siglo XIX, pues ¡eso es lo que se les informa y requiere a los investigadores! (L. R. Stieff, T. W. Stern and R. N. Etchler, “Evaluating Discordant Lead-Isotope Ages, “U. S. Geological Survey Professional Papers, 1963, No. 414-E).


7. EL FECHADO POR POTASIO-CALCIO. 

Como si aún fuera posible, fechar con este método es peor. El potasio radioactivo se desintegra hasta convertirse tanto en gas argón, como en calcio (calcio 40). Pero el problema aquí es que los investigadores no pueden aislar el calcio 40 de los otros calcios, ya que frecuentemente todos se encuentran completamente entremezclados. Y el argón, de muy poco ayuda, ya que escapa rápidamente.

PROBLEMAS COMUNES A TODOS LOS MÉTODOS RADIOACTIVOS. 

Las rocas que se trajeron al regresar de la luna, proporcionaron una prueba excelente para los varios métodos de fechado, ya que todas esas técnicas fueron usadas en ellas. Pero los resultados fueron un desastre, pues la disparidad en el fechado de las rocas lunares fue tal, que hubo variaciones ¡desde los 2 millones hasta los 28 billones de años! Así, los científicos siguen sin poderse ponerse de acuerdo al respecto: Unos dicen que la luna tiene 2 millones de años, mientras otros aseguran que tiene 28 billones de años, por lo que esto se ha vuelto un severo problema científico y un dolor de cabeza para los evolucionistas. (Para más sobre ésto, lea Proceedings of the Second, Third and Fourth Lunar Conferences; Earth and Planetary Science Letters, Volumes 14 and 17). Pero sépase que hay evidencias, no radiogénicas, bien definidas, de que la luna tiene menos de 10,000 años de antigüedad; y que en contraste con estos métodos inexactos de fechado, hay hechos científicos, tales como la falta casi total de polvo sobre la luna, el tipo de mezcla encontrada en la tierra lunar, la presencia de U-236 y Torio 230, con vidas medias cortas en las rocas lunares, un bajo nivel de gases inertes, y la recesión (alejamiento progresivo) de la luna, que proveen poderosas evidencias en favor de que la luna tiene más o menos de 10,000 años de edad.

EL CICLO DEL CARBONO-14.

 Willard F. Libby (1908-1980), trabajando en la Universidad de Chicago, descubrió en 1946, el método de fechar con carbono-14, y tal hallazgo ha sido considerado como uno de los grandes avances en el fechado de los restos de plantas y animales de la antigüedad. Actualmente, es el método preferido por los científicos para fechar materiales orgánicos que datan de los primeros tiempos de la historia. Los rayos cósmicos que desde el espacio exterior, entran en nuestra atmósfera, al estrellarse, transforman el nitrógeno natural (nitrógeno 14) en carbón radioactivo (carbono 14). El carbono 14 tiene una vida media de alrededor de 5,730 años y al método para fechar detectándolo, se le llama fechado con Carbono 14, fechado con C-14, ó fechado con radiocarbono.

Como a los 12 minutos de haber sido producido por los rayos cósmicos, el carbono 14 atmosférico se combina con el oxígeno y produce dióxido de carbono (con carbono 14 en su molécula), gas que se difunde por toda la atmósfera y es utilizado por las plantas, durante la fotosíntesis, para producir sus azúcares. Todo ser viviente contiene carbono: Las plantas, mientras están vivas, lo incorpora a partir del dióxido de carbono de la atmósfera; y los animales, lo incorporan a su organismo al comer vegetales que lo contienen. Siempre, algo del carbono en el dióxido de carbono integrado, es carbono 14, que cuando mueren, continúa su desintegración radioactiva. Por eso es que teóricamente, el análisis de este carbono 14, nos puede decir la fecha en que la criatura estuvo viva, simplemente por el porcentaje de átomos de carbono-14 que todavía quedan en él. En el método de Libby, se registra la cantidad de radiación emitida por el carbono 14, por minuto, y por cada gramo de la materia orgánica, y de acuerdo con ello, se calcula cuando murió esa planta o animal. Pero aunque esto suena sencillo y efectivo, no lo es.

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