LAS SIETE MANERAS.
Al examinar con mayor profundidad LA EVOLUCION DARWINIANA, existen sólo siete maneras en las que puede ocurrir un cambio dentro de un organismo:
1 – Un individuo puede cambiar sus actitudes. En vez de ser un aguafiestas, puede empezar a ser optimista, con relación a todas las situaciones y problemas que debe enfrentar a diario.
Pero los cambios de actitud no darán como resultado un cambio hacia otra de las especies.
2 – Un individuo puede sufrir un accidente físico. El resultado puede ser la pérdida de una extremidad, pero perder una extremidad no es causa de evolución. Un investigador cortó las colas de ratas durante diecinueve generaciones y todos sus descendientes continuaron naciendo con colas.
3 – El individuo puede sufrir otros efectos del medio ambiente. Tales cambios pueden causar marcados efectos en la apariencia de los individuos. Si las mazorcas de elote rojo permanecen cubiertas con sus hojas mientras se desarrollan, los granos no tendrán ese color. Pero si las hojas se abren permitiendo que la luz del sol ilumine las mazorcas mientras se desarrollan, se formará un pigmento rojo dentro de los granos.
La apariencia cambió, pero no los genes. Los genes del maíz continúan iguales de generación en generación; pero sólo las mazorcas de una generación dada que se expongan a la luz del sol, tendrá granos rojos.
Los efectos del medio ambiente pueden incluir diferencias en la alimentación, en la exposición a la luz, o de entrenamiento; además otros factores pueden influir en los individuos pero éstos no cambiarán sus genes. Por ejemplo, los pies de las mujeres chinas se vendaban para que se conservaran pequeños, sin embargo, las mujeres chinas actuales, cuyos pies ya no se vendan, nacen y se desarrollan con pies de tamaño normal.
4 – Hay un tipo de variación hereditaria que se conoce como recombinación. Pero ésta no puede producir nuevas especies, pues es sólo el resultado de reorganizar los genes ya presentes. La recombinación es la combinación de los genes dominantes y recesivos. A continuación se proporcionan unos ejemplos.
El ganado blanco y negro Holstein, es el resultado de un gen dominante. Si una becerra de esta clase ha recibido el gen dominante, incluso de uno solo de los padres, esa becerra por lo general, será blanca y negra. El otro progenitor quizás sea rojo y blanco, pero aun así, la becerra que nazca, será blanca y negra. Sin embargo, en algunos casos, cuando dos genes recesivos (rojo y blanco) se juntan, entonces nacerá una becerra roja y blanca, aunque el padre sea negro y blanco. Pero nótese que la becerra seguirá creciendo para convertirse en vaca, ya que la recombinación de dos genes recesivos, no la transformarán en chiva. Otro ejemplo serían los genes de colores blanco y café de las ovejas. El blanco es dominante, así que la mayoría de las ovejas son blancas; pero en ocasiones se juntarán dos genes recesivos de color café, y producirán una oveja color café. Estos efectos se denominan reversiones o “retroceso”. Pero el resultado continúa siendo una oveja. Estas variaciones hereditarias son parte de la genética mendeliana.
5 – Un segundo tipo de variación hereditaria recibe el nombre de poliploidía (o ploidía). Está relacionada con una variación en el número de cromosomas y con la reorganización del material de los cromosomas, pero no produce cambios entre las especies.
Las células normales son diploides, con pares de cromosomas similares, pero las células reproductoras son haploides, o sea, con sólo la mitad de los cromosomas. Una célula haploide del macho y una célula haploide de la hembra se unen en el cigoto o huevo, para formar de nuevo, una célula diploide. Pero en la poliploidía, que se encuentra en muchas plantas y rara vez en los animales, aparecen en la células del organismo, tres o más grupos haploides de cromosomas. Los científicos han provocado la aparición de células poliploides en las plantas, por varios métodos; entre otras, usando sustancia químicas como la colchicina.
A continuación se proporcionan unos ejemplos: El castaño de Indias (Aesculus camea) de flores rosas procede de dos progenitores, cada uno de los cuales tiene 20 cromosomas en sus células germinales (haploides). El resultado es un castaño de indias con 40 cromosomas, y que tiene flores rosas. Los genetistas llaman a esto ploidía. Todo lo que sucedió fue un castaño de Indias ligeramente distinto a los demás; pero que no se ha convertido en un árbol de maple. También existe ploidía en las ardillas y las moscas de la fruta. Aunque la criatura es cada vez ligeramente más distinta en alguna forma, permanece sin cambio en lo fundamental. Las primeras siguen siendo ardillas y las otras, moscas de la fruta. Los “ratones que bailan vals” (o danzarines) no pueden correr en línea recta, sino sólo en círculos. Son el resultado de ploidía, o cambios en sus cromosomas. Pero continúan siendo ratones. Otro caso similar es el de la Polidactilia (ver fotografía)
Algunas veces estas nuevas generaciones son llamadas “especies” nuevas; pero eso no importa, pues el uso incorrecto de los nombres, no cambia los hechos. Ellas continúan siendo las mismas especies del inicio; continúan siendo ratones, ardillas, castaños, o cualquier cosa que hayan sido sus padres. Debido a que ninguna mutación participa en las células poliploides, no se genera nuevo material genético, y en consecuencia, ningún cambio radical se presenta en la forma. Así que la poliploidía no puede causar evolución.
6 – La hibridación es posible. La hibridación es un proceso mediante el cual el ser humano de modo artificial, poliniza diferentes especies de flores de un mismo género. Debido a que los descendientes son estériles, la hibridación, debe realizarse de continuo. Esto es parecido al cruzamiento de un caballo y una burra, de los cuales nace una mula estéril.
“En el proceso de hibridación, (en la mayoría de los casos), dos especies diferentes del mismo género se cruzan a fin de combinar las buenas cualidades de ambos... con frecuencia, el nuevo híbrido es más fuerte que cualquiera de los progenitores; pero como los descendientes son estériles, requieren una constante hibridación.” (Biology for Today, p. 294).
7- ¿Hay algo que pueda afectar a los genes?
Sí, la radiación, los rayos X, las bombas atómicas, la luz ultravioleta, y ciertas sustancias químicas, son todas capaces de causar mutaciones. Así, en las mutaciones, encontramos algo que puede provocar cambios mínimos en los genes.
Una mutación es un cambio en un determinante hereditario, o sea, en una molécula del ADN, dentro de un gen.
Los genes y los millones de moléculas de ADN incluidas en ellos, son muy complejos. Si un cambio así ocurre, se provocará un cambio correspondiente en alguna parte del organismo, y en sus descendientes.
Si la mutación no mata al organismo, sí lo debilitará; pero la mutación no transformará una especie en otra. Las mutaciones sólo pueden producir cambios dentro de la especie. Nunca cambian una clase de planta o animal en otra.
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