LAMARQUISMO.

Un error importante del siglo XIX fue la teoría de Jean Baptist Lamarck (1744-1829), llamada posteriormente “Lamarquismo.” Es la teoría sobre la herencia de las características adquiridas, que fue refutada con sólidas bases, por August Weismann, en 1891, cuando después de cortarle las colas a 18 generaciones consecutiva de ratas, todos sus descendientes continuaron naciendo con la cola normal. Fue hasta más tarde, cuando se descubrió que la herencia de características dependía de la codificación genética existente en el ADN, y no de los hábitos o circunstancias ambientales, que se comprendió la razón por la que el Lamarquismo no funciona.

El Lamarquismo es el que enseña que cuando un animal desarrollaba por alguna (o ninguna) razón un nuevo órgano, éste heredaba el órgano adquirido a la siguiente generación, que cargaría con él en forma permanente.

A continuación se proporcionan varios ejemplos de rasgos adquiridos que nunca se han transmitido a un descendiente.

1) Los hebreos han circuncidado a los niños durante miles de años, pero nunca les han nacido hijos circuncidados como resultado de ello.

2) Las mujeres chinas acostumbraron, durante miles de años, vendar los pies de las niñas para hacerlos más pequeños; sin embargo, todas las mujeres chinas en la actualidad nacen con pies de tamaño normal.

3) La tribu india Flathead del noroeste de Estados Unidos, achataba artificialmente la cabeza de los niños para darles formas inusuales (lo mismo que los mayas lo hicieron por cientos de años); pero aún después de siglos de estas prácticas, sus bebés continuaron naciendo con cabeza de forma normal. Se sabe que dentro de cada especie hay una gama de cambios posibles que pueden realizarse mediante reorganización genética, dentro de su banco genético, y que es por eso que no hay dos personas que sean exactamente iguales. Pero tal gama de variaciones, nunca puede cruzar la barrera de la especie, ya que el código de su ADN, se lo impide.

Hay una información muy importante que los evolucionistas no quieren que se sepa: En un libro posterior (El origen de hombre, 1871), Darwin rechazó la selección natural como un caso perdido, y regresó al Lamarquismo (la herencia de características adquiridas, como la causa de la evolución. Así, el mismo que propuso la llamada “selección natural” como medio para la evolución, más tarde la abandonó.

Antes de terminar, debe hacerse mención del término ‘instinto’. Esta es la palabra más maravillosa para explicar los hechos que les son incómodos. La sorprendente migración de aves y las asombrosas rutas de vuelo que toman, se explican llamándolas simplemente “instinto”. Las habilidades de las pequeñas criaturas, que involucran procesos definidos, que incluyen tomas de decisiones, es reducido a un simple “instinto”. Eso sólo nos regresa al pasado, algo que los evolucioncitas no quieren enfrentar en la actualidad. No nos daremos el espacio para hablar más sobre esto, pero tome tiempo para pensar en todas las maravillas de la naturaleza, que son minimizadas al llamarlas simplemente “instintos”.

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