FÓSILES VIVIENTES.
Hay especies que sólo se encuentran en la
rocas sedimentarias, y que supuestamente tienen millones de años de antigüedad,
y que han sido declaradas “extintas desde hace millones de años.” Y aunque se
les presenta como evidencias de la evolución, la realidad es que la extinción
no es evidencia alguna de evolución, esto es, de evolucionar hacia nuevas
formas de vida.
Aún así, en décadas recientes, algunas de
estas especies declaradas “extintas desde hace millones de años,” se ha
encontrado que en realidad no están extintas.
La GRAN pregunta es esta: ¿Dónde pues
estuvieron durante todos estos “millones de años” en que aparecen ausentes en
los estratos sedimentarios superiores?
“Mucho antes de que empezara a investigar a
fondo sobre el tema, ya habían especulado sobre algunos aspectos intrigantes;
asuntos que no parecían concordar con el argumento (evolucionista), y que los
libros de texto excluían en su gran mayoría.
Está por ejemplo, el hecho de que algunas
criaturas a pesar de que nunca evolucionaron, continúan exitosamente como
“fósiles vivientes.” Las abejas conservadas en ámbar del periodo Terciario, son
prácticamente idénticas a las abejas actuales; y todos han escuchado sobre el
Celacanto que supuestamente se había extinguido desde inicios del periodo
Cretáceo. También el mundo vegetal tiene fósiles vivos, como el del árbol
Gingko, con sus hojas diferentes a cualquier otro árbol moderno.” G.R. Taylor,
Great Evolution Mystery (1983), pp. 25-26. Son tantos los fósiles vivientes que
se han encontrado, que los científicos ya le dieron un nombre a su estudio: La
Criptozoología, el estudio de los animales “ocultos.” De acuerdo con los
evolucionistas estos animales vivieron un tiempo, luego “se ocultaron” por
millones de años, y actualmente, siguen vivos.
He aquí una lista de algunos de esos
fósiles vivientes actualmente:
1. El Celacanto. El pez crosopterigiano.
“Extinto” desde el Cretáceo, que aunque no se encuentra en los estratos
fosilíferos de los últimos “50 millones de años,” actualmente se encuentra
vivo.
2. El Metasequoia. “Pino del amanecer”
supuestamente extinto desde el Mioceno, y ausente de los estratos durante los
últimos “60 millones de años;” y sin embargo actualmente vivo.
3. El Tuatara. Un reptil con cabeza picuda,
“extinto” desde el Cretáceo, y ausente de los estratos durante los último “135
millones de años,” pero vivo actualmente.
4. La Neopilina. Un molusco segmentado de
aguas profundas, “extinto” desde el Devónico, y ausente de los estratos durante
los últimos “500 millones de años,” pero vivo actualmente.
5. La Língula. Un braquiópodo (concha
marina), “extinto” desde el Ordovíciano, y ausente de los estratos durante los
últimos “500 millones de años,” pero vivo actualmente.
El ahora famoso Celacanto, era un gran pez
conocido sólo por sus restos fósiles, y supuestamente extinto desde hace 50
millones de años, hasta que varios especímenes fueron encontrados nadando en el
océano. El primero de ellos, se encontró en la red de un pescador en las costas
de Madagascar, el 25 de diciembre de 1938, y desde entonces 8 más han sido
encontrados vivos.
Sólo se necesita un momento para llegar a
la siguiente sorprendente conclusión: ¿Cómo fue que habiéndose extinguido el
Celacanto hace 50 millones de años, se encuentra actualmente vivo? Para que
fuera declarado “extinto” por tanto tiempo, los paleontólogos tuvieron que
haber encontrado sus fósiles en los estratos más antiguos, y no haberlo
encontrado en ninguno de los estratos más recientes. ¿Cómo es que no se
encuentra el Celacanto en esos estratos más recientes? ¿Habrá decidió hibernar
por 50 millones de años?
Esta es una clara evidencia de que los
estratos sedimentarios fueron depositados en poco tiempo, durante el Diluvio
Universal, en vez del paulatino y lento depósito a razón de menos “de 2 cm por
cada doscientos años” que proponen los teóricos de la evolución.
Es interesante mencionar que algunos de
estos “fósiles vivientes,” anteriormente fueron usados por los evolucionistas
como “fósiles índice,” con el fin de sustentar la antigüedad de un cierto
estrato. La mayoría de estos fósiles índice eran pequeños organismos marinos,
que vivían en las mayores profundidades del mar (trilobites, graptolitos,
amonites), de tal manera que no sería excepcional que algunos de ellos aún
tengan actualmente representantes vivos, pues aún es muy limitada la
exploración hecha del fondo del mar. Hay científicos que están seguros que
pronto serán capaces de encontrar trilobites vivos (léase “Start Search for
Living Trilobites,” Science Digest, Septiembre, 1959, ya que un fósil viviente,
muy parecido a los trilobites, ya fue encontrado (léase “living fossil
Resembles Long-Extinct Trilobite,” Sience Digest, Diciembre 1957).
Se podrían citar muchos otros ejemplos.
Aquí, dos más: “En el siglo XIX, unos cazadores reportaron la leyenda común
entre miembros de una tribu del Congo, sobre un enorme animal con pezuña
hendida, “cabeza de jirafa,” y “estrías de cebra” en sus ancas y patas
traseras. La mayoría de los zoólogos la descartaron como una leyenda local;
pero Sir Harry H. Johnston, quedó fascinado cuando leyó sobre esta desconocida
bestia de los bosques. Años después, organizó una expedición en busca de tal
criatura, a la que los nativos llamaban Okapi. Tras varios intentos fallidos y
casi desastrosos, finalmente pudo capturar un Okapi vivo en 1906. Siendo uno de
los pocos nuevos mamíferos descubiertos en el siglo XX, el Okapi resultó ser un
representante vivo de un género (palaeofragus), conocido por sus fósiles, y
considerado por los zoólogos, como extinto desde hace 30 millones de años.” R.
Millner, Encyclopedia of Evolution (1990), p.102.
“De acuerdo con Science News (Junio 9,
1990, p.359), los botánicos consideraban que una especie de Cornejo (Dogwood
tree), el Diplopanax stachyanthus, había muerto hace 4 millones de años, y que
aparentemente, sólo quedaban restos fósiles de este árbol. Pero ahora, un
botánico de la Universidad Estatal de Washington, ha examinado la fruta
fosilizada de árboles considerados extintos hace 15 millones de años, y
encontró que es esencialmente idéntica a la fruta de un árbol de la familia del
Cornejo, descubierto en la China en 1928.”
“Pero, ¡Espere un momento! Si la evolución
es influida por la supervivencia del más apto, se esperaría que las especies
más viejas e inferiores, desaparecieran y fueran reemplazadas por especies
mejores, superiores, y más evolucionadas. Si así fuera, ¿Qué hace un árbol con
15 millones de antigüedad, aún vivo en la actualidad? Debería haberse extinguido
hace mucho tiempo, de otra manera, la supuesta antigüedad de 15 millones de
años, es un craso error. De cualquier manera, evidentemente, algo está mal en
la teoría de la evolución.” Bob Vun Kannon, “A Living Fossil,” The Adventure,
Septiembre 1990.
La existencia de “fósiles vivos,” es un
problema serio para los evolucionistas. La teoría de la evolución está
fundamentada en varios conceptos, de los que dos son aquí, seriamente violados:
1. Que si una especie queda extinta, no puede volver a existir. 2. Que las
especies evolucionan hacia otras mejores, y nunca pueden regresar a sus formas
más primitivas. Si tal especie en particular dejó de existir durante los
pasados 15 millones de años, ¿cómo es que existe actualmente?
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